Entre chocar con paredes, en medio de la oscuridad, o buscar la sombra, aceptando la luz, se aparece, entreabierta, la puerta que deja ver, de dónde proviene el haz.
Digno silencio
Creo que mis poemas ya no son dignos,
de cantarse, ni ser leídos;
ni con luz, ni con sonidos.
Por eso, silencio amigo,
me quedo en vos,
donde había nacido.
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