Renunció

A ese sauce le tengo miedo.
No se lo dije a nadie, pero de siempre le tengo terror.
No lo miré mas que de reojo, porque encima siempre me está mirando.
Lo que pasa es que está loco, o engualichado;
y el pobre lo sabe,
lo sabe pero no puede hacer nada.
Ahí, con los pies enterrados hasta el centro de la tierra,
de tan viejo, tanto le crecieron.
Ya sabe que no se puede ni mover.


Entonces se reveló.
Ya no come, no quiere ni una gota de agua.
Se secó por dentro.
Ahora lo habitan insectos, nidos de bichos mutantes,
que primero son gusanos y después moscas.
Él deja que se alimenten de su carne, brinda su sabia.
Lo vacían.
Y así, se va yendo, disimulado.

De estar acá

Diría que, aunque reflejo múltiples sombras sobre el camino
no soy yo, o estoy ausente hoy.

A vivir que es un regalo!


Sueño con una torta, con 59 velas.
Estoy acá por vos,
entera.
Imagino algunas canas en tu pelo;
o con todas mis partes juntas,
mamá, abuela.
Voy a soplar lo mas fuerte que pueda
a ver si apareces entre el humo
y te quedas de una vez conmigo,
un rato al menos;
para verte y que me veas
lo que pude ser, lo que pudimos hacer.
Después yo me quedo, lo prometo
tengo cosas que hacer,
supongo.
Y vos no se porqué.
Todavía no se porqué.
LOS SESOS, se me voló la tapa de los sesos. Y ahora llueve y truena y hay rayos y centellas Batman.

Si querés marca el tic, tranquilo
yo marco el tac
y así
va
yendo


Suena una melodía atonal, ritmos
que arrastran tiempos pasados
Juegan con cuerdas que producen sonidos,
fragmentos de una canción sin armonía.
La locura toca las teclas mas sensibles
canta la rabia una canción que nadie escucha,
la música no para y un coro en canon
grita la voz de las profundas almas.
¿será esa la banda sonora de aquellas vidas que no encuentran paz?
¿serán malvadas las orquestas que no dan pausa dentro de las cabezas?
Los fantasmas siempre están ahí.

                      No tengas miedo de ir, alguien te espera sentado.