No se nada, salvo que...

Se de extrañar, de ausencias,
de hospitales, de despedidas,
de cáncer.

Se de observar, de andar,
vagando, esperando,
errando.

Se de eso de equivocarse,
aprendí a aprender,
aceptando.

Sabía dormir, ahora me cuesta;
prefiero el ensueño al sueño,
por saber de pesadillas no seguí durmiendo.

Pero se de miedos todavía
de temblar, de llorar,
de retos.

Desafío al día,
para que vea que me le animo al sol,
aunque me guste la luna.

Ella es mujer y sabe,
de ser suave y roja y blanca,
y dejar que me esconda.

Cuando mira para otro lado,
cómplice de mi,
conmigo,
a solas.

2 comentarios:

  1. Esto recién empieza, pero ya siento una ligera emoción por las alegrías (de esas que no son solamente alegres) que augura este blog.

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  2. Ojalá provoque de algún modo alguna emoción, como las que causan estas consecuencias que acá pretendo subir. Saludos y te sigo leyendo por aqui.

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