Que me venda un sueño, una mentira
que tenga cuidado de los desilusionados
soltando globos al aire, te crucé por el
cielo
esquivando misiles de guerras lejanas
abrazando amantes de novelas distantes
y decías que venias a sembrar las alegrías
que después con el tiempo se volvieron
finales
tristes por terminar, antes de explotar
prematuros por ansiosos, repletos de
desesperación
buscando la paz para morir tranquilos
buscando la muerte para vivir en paz
Entre tanta alegría te dejaste crecer las
alas
pero no abandonaste el cuchillo
y llegaste hasta las nubes con ellas en tu
espalda
y con él en la mano, un remolino te llevo
a pasear
vos aceptaste y te caíste libremente
y como nunca hiciste caso a tu abuela
cuando dijo que los cuchillos, se llevan con
la punta para abajo
ahora tenes mas cicatrices que mostrar
y mas historias para contar
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