Entre chocar con paredes, en medio de la oscuridad, o buscar la sombra, aceptando la luz, se aparece, entreabierta, la puerta que deja ver, de dónde proviene el haz.
Nadie me dijo que agosto se iba a terminar.
En el fondo yo lo sabía
de repente un septiembre,
una pronta primavera que asumir.
De alguna forma lo sabia...
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